La base de la construcción de una casa pasiva es un aislamiento y estanquidad perfectos.

Al lograrlo, la casa prácticamente no necesita calefacción ni refrigeración para mantener una temperatura ideal todo el año.

Con estas características la casa no necesita un sistema de calefacción o aire acondicionado que estarían muy sobredimensionados, por lo que en su lugar se instala un sistema de ventilación y climatización por aire con recuperación de calor.

Entonces comienza la parte más interesante y que más ventajas aporta. El sistema de ventilación permite filtrar el aire eliminando el polvo y polen que entra del exterior y no solo eso, sino que limpia también el aire interior de la vivienda, por lo que esta acumula mucho menos polvo, se mancha menos y elimina los malos olores.

Cómo funciona una casa pasiva

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