La condensación se produce cuando la temperatura de la superficie interior es tal que el aire en contacto directo con esta superficie no puede mantener en estado gaseoso el agua que contiene. La relación entre temperatura y humedad se denomina punto de rocío.
La humedad relativa del aire es el cociente entre la cantidad de agua en estado gaseoso que el aire tiene a una determinada temperatura y la cantidad máxima de agua en estado gaseoso que puede almacenar a esa temperatura. Por ejemplo, si la HRA es del 50% implica que el aire contiene la mitad del agua que puede contener a esa temperatura.
La cantidad de agua en estado gas que puede contener el aire disminuye con la temperatura de este, de modo que si aire a 20 oC y 50% de HRA se calienta a 32 oC tendrá un 25% de HRA y si se enfría a 10 oC su HRA será del 100%.
Cuanto más caliente esté el aire más agua podrá almacenar, pero al enfriarse, el agua pasará de su estado gaseoso al estado líquido, depositándose en las superficies frías que encuentre. El rocío matinal es un ejemplo de condensación que ocurre en la naturaleza. Durante el día el sol calienta la atmósfera haciendo que absorba más agua. Agua que se condensará cuando el aire pierda temperatura durante la noche, depositándose en el suelo. El mismo fenómeno ocurre en una ventana o vidrio. Si la superficie interior está lo suficientemente fría respecto de la temperatura del aire del interior de la vivienda y la HRA es lo suficientemente alta, el agua se depositará en la superficie interior con los problemas y molestias que esto acarrea.
La reducción de las condensaciones se puede conseguir mediante una correcta ventilación del aire interior de la vivienda de forma que esta renovación disminuya el HRA de la vivienda, así como modificando la corriente de aire caliente y/o la posición adecuada del radiador. La corriente de aire caliente deberá ir lo más cerca posible de la ventana para que se posibiliten mejores coeficientes de transmisión térmica.
Lo que está sucediendo es que se debe mejorar la ventilación de la vivienda, ya que en periodos prolongados de falta de ventilación se genera un aumento de la temperatura interior, aumentado también la HRA por la falta de aireación; este aumento de temperatura y humedad genera que el agua que el aire contiene en estado gas se transforme en líquido al impactar con el elemento más frío de la estancia, en este caso el vidrio, con menor nivel de aislamiento que el PVC.
Por lo tanto, se recomienda ventilar 2 veces al día, por la mañana y por la noche, abriendo la ventana en posición oscilobatiente durante 15 minutos en cada ocasión y creando corriente de aire entre estancias (abrir la ventana de dos habitaciones enfrentadas para generar esta corriente) lo que permite reducir la HRA manteniendo la temperatura interior de la vivienda.